Cuando Roberto Moffat salió para el Africa como mensajero del príncipe de vida, se le advirtió que había un terrible jefe hotentote que saqueaba las poblaciones y mataba sus enemigos. Este monstruo, le dijeron, usaría el cráneo de Moffat como vaso para beber. Pero Moffat fue al jefe y le habló la palabra de vida, la cual penetró en su corazón y lo hizo vivir, convirtiéndolo en un cristiano. ¿Qué cosas no puede hacer la gracia de Dios?, ¿Qué milagro no puede realizar? Citado en: E. Earl. Cleveland, Meditaciones Matinales Venid a mí. PublicacionesInteramericanas: Pacific Press Publishing Association Mountain View,
California, EE. UU. 1969), pág. 183.
"Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón". (Heb. 4:12)
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