https://images.pexels.com/photos/1633578/pexels-photo-1633578.jpeg?cs=srgb&dl=pexels-rajesh-tp-1633578.jpg&fm=jpg Un día, un hombre honrado y trabajador se propuso dejar el empleo que tenía en una fábrica para abrir su propio negocio. Su entusiasmo era tal que no le quedaba tiempo para leer el periódico, ver televisión o reunirse con sus amigos en la cantina para hablar de cómo estaba el mundo. En cuanto salía de la fábrica dedicaba todo su tiempo y todas sus energías al negocio que estaba por abrir. Visitó a proveedores, hizo todo el papeleo legal necesario, alquiló un pequeño local que se encontraba a un lado de una carretera bastante transitada, equipó la cocina, entrevistó a sus futuros empleados e hizo una larga lista de cosas hasta que finalmente, unos meses después, pudo abrir su negocio de venta hamburguesas y así renunciar a su antiguo empleo. El negocio floreció rápidamente ya que allí se vendías las mejores hamburguesas con papas fritas de toda la zona. Al principio ...
Cuando regresaba a su país, un misionero estadounidense compró en un mercadillo de Hong Kong un collar que le costó 30 dólares. Un joyero que lo vio en San Francisco (EE.UU.) le ofreció 500 dólares por el collar, pero el misionero no lo quiso vender. Más tarde, de visita en la ciudad de Nueva York,
entró en la famosa joyería Tiffany y pidió que lo tasaran. Así lo hicieron ¡y lo valoraron en 30.000 dólares! Además, le aseguraron que estaban dispuestos a comprárselo. El misionero, asombrado, aceptó venderlo, pero con una condición: que le dijesen cuál era el secreto de su valor. El dependiente le mostró detrás de cada gema dos iniciales: N. J. El collar era una pieza histórica. Se trataba del regalo de bodas de Napoleón Bonaparte a su esposa Josefina. Carlos Puyol. "Pero hay un Dios en los cielos" Pág. 172. Matinal Adultos. ACES.
El Cristiano, tiene también un valor escondido. El cristiano que ha muerto al mundo, esta vivo para Dios y el Apóstol Pablo afirma: "Vuestra vida está escondida con Cristo en Dios" (Col.3:3). Está escondido en la mano de Dios. "Te tengo esculpido en las palmas de mi mano" (Is. 49:16). Es en las manos de Dios donde el Profeta Habacúc, contempla que emana su poder. (Hab. 3:4) "Rayos brillantes salían de su mano, y allí estaba escondido su poder. Solo en Cristo nuestra vida tiene valor.
Comentarios
Publicar un comentario