https://images.pexels.com/photos/1633578/pexels-photo-1633578.jpeg?cs=srgb&dl=pexels-rajesh-tp-1633578.jpg&fm=jpg Un día, un hombre honrado y trabajador se propuso dejar el empleo que tenía en una fábrica para abrir su propio negocio. Su entusiasmo era tal que no le quedaba tiempo para leer el periódico, ver televisión o reunirse con sus amigos en la cantina para hablar de cómo estaba el mundo. En cuanto salía de la fábrica dedicaba todo su tiempo y todas sus energías al negocio que estaba por abrir. Visitó a proveedores, hizo todo el papeleo legal necesario, alquiló un pequeño local que se encontraba a un lado de una carretera bastante transitada, equipó la cocina, entrevistó a sus futuros empleados e hizo una larga lista de cosas hasta que finalmente, unos meses después, pudo abrir su negocio de venta hamburguesas y así renunciar a su antiguo empleo. El negocio floreció rápidamente ya que allí se vendías las mejores hamburguesas con papas fritas de toda la zona. Al principio ...
Un hombre de 92
años de baja estatura, muy bien vestido, quien cuidaba mucho su apariencia…se
está cambiando a una casas de ancianos hoy. Su esposa de 70
años murió recién, y él se vio obligado a dejar su hogar. Después de esperar
varias horas en la recepción, gentilmente sonríe cuando le dicen que su cuarto
estará listo.Conforme camina
lentamente al elevador usando su bastón, -yo le describo su cuarto, incluyendo
la hoja de papel que sirve como cortina en la ventana-. Eso no tiene nada que
ver, contesta. “La felicidad yo la elijo por adelantado. Si me gusta o no el
cuarto no depende del mobiliario o la decoración, sino de cómo yo decido
verlo”. “Ya está decidido en mi mente que me gusta mi cuarto. Es una decisión
que tomo cada mañana cuando me levanto”. “Yo puedo escoger: Puedo pasar mi día
en cama contando las dificultades que tengo con las partes de mi cuerpo que no
funcionan bien, o puedo levantarme y dar gracias al cielo por aquellas partes
que todavía trabajan bien”. “ Cada día es un regalo, y mientras yo pueda abrir
mis ojos, me enfocaré en el nuevo día, y todos los recuerdos felices que he
construido durante mi vida”. “La vejez es como una cuenta bancaria: Tu retiras
al final lo que has depositado durante toda la vida”. Así que mi consejo para
ti es que deposites toda la felicidad que tengas en tu cuenta bancaria de
recuerdos. ¡Gracias por tu parte para llenar mi cuenta con recuerdos felices,
los cuales yo todavía sigo llenando.
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