https://images.pexels.com/photos/1633578/pexels-photo-1633578.jpeg?cs=srgb&dl=pexels-rajesh-tp-1633578.jpg&fm=jpg Un día, un hombre honrado y trabajador se propuso dejar el empleo que tenía en una fábrica para abrir su propio negocio. Su entusiasmo era tal que no le quedaba tiempo para leer el periódico, ver televisión o reunirse con sus amigos en la cantina para hablar de cómo estaba el mundo. En cuanto salía de la fábrica dedicaba todo su tiempo y todas sus energías al negocio que estaba por abrir. Visitó a proveedores, hizo todo el papeleo legal necesario, alquiló un pequeño local que se encontraba a un lado de una carretera bastante transitada, equipó la cocina, entrevistó a sus futuros empleados e hizo una larga lista de cosas hasta que finalmente, unos meses después, pudo abrir su negocio de venta hamburguesas y así renunciar a su antiguo empleo. El negocio floreció rápidamente ya que allí se vendías las mejores hamburguesas con papas fritas de toda la zona. Al principio ...
El general Dwight D. Eisenhower no solamente ganó reputación por su coraje durante la segunda guerra mundial, sino también por la manera como trataba a sus soldados. Siendo comandante por las Fuerzas Aliadas, se mezclaba con sus tropas para darles ánimo y apoyo. Se cuenta que durante una de las mayores luchas ofensivas contra las fuerzas nazis, el general Eisenhower estaba caminando cerca del río Rin, cuando, de pronto, avanzó precipitadamente hacia un soldado que parecía estar desanimado y abatido. -¿Cómo te sientes, hijo? -le preguntó. -General, estoy terriblemente nervioso -fue la respuesta. -Bueno, entonces tú y yo formamos una dupla, porque me siento exáctamente igual. Creo que si hacemos una caminata juntos nos haría bien a ambos. Samaan, Philip G. El Método de Cristo para testificar. Miami, Florida: E.U.A: Asociación Publicadora Interamericana, 1990. Pág.58