https://images.pexels.com/photos/1633578/pexels-photo-1633578.jpeg?cs=srgb&dl=pexels-rajesh-tp-1633578.jpg&fm=jpg Un día, un hombre honrado y trabajador se propuso dejar el empleo que tenía en una fábrica para abrir su propio negocio. Su entusiasmo era tal que no le quedaba tiempo para leer el periódico, ver televisión o reunirse con sus amigos en la cantina para hablar de cómo estaba el mundo. En cuanto salía de la fábrica dedicaba todo su tiempo y todas sus energías al negocio que estaba por abrir. Visitó a proveedores, hizo todo el papeleo legal necesario, alquiló un pequeño local que se encontraba a un lado de una carretera bastante transitada, equipó la cocina, entrevistó a sus futuros empleados e hizo una larga lista de cosas hasta que finalmente, unos meses después, pudo abrir su negocio de venta hamburguesas y así renunciar a su antiguo empleo. El negocio floreció rápidamente ya que allí se vendías las mejores hamburguesas con papas fritas de toda la zona. Al principio ...
Un panadero de una ciudad canadiense compraba regularmente mantequilla de una lechería cercana para elaborar sus panes. Un día empezó a sospechar que los paquetes de mantequilla pesaban menos de lo habitual. Y cuando comprobó el peso de los bloques, comprobó que eran faltos. Así que denunció a su proveedor y este fue llamado a declarar ante el juez municipal. -¿Puede mostrarme sus pesas? -preguntó el juez interesado en ver si estaban alteradas. - No uso pesas -contestó el lechero. sorprendido el juez exclamó: -Entonces, ¿cómo sabe usted que sus medidas son exactas? -Muy sencillo -explicó el lechero-, Señoría, cuando el panadero empezó a adquirir mi mantequilla, yo comencé a comprar su pan. Desde entonces, uso su pan de a libras como pesa para las libras de mantequilla. Si la mantequilla no da el peso, es porque el pan está falto. Julian Melgoza y Laura Fidanza. Un corazón alegre. 2019, pág. 86 El Señor anticipadamente nos dejó recomendaciones para quienes t...