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Mostrando las entradas etiquetadas como Contrastes

Crisis vs oportunidad

https://images.pexels.com/photos/1633578/pexels-photo-1633578.jpeg?cs=srgb&dl=pexels-rajesh-tp-1633578.jpg&fm=jpg Un día, un hombre honrado y trabajador se propuso dejar el empleo que tenía en una fábrica para abrir su propio negocio. Su entusiasmo era tal que no le quedaba tiempo para leer el periódico, ver televisión o reunirse con sus amigos en la cantina para hablar de cómo estaba el mundo. En cuanto salía de la fábrica dedicaba todo su tiempo y todas sus energías al negocio que estaba por abrir. Visitó a proveedores, hizo todo el papeleo legal necesario, alquiló un pequeño local que se encontraba a un lado de una carretera bastante transitada, equipó la cocina, entrevistó a sus futuros empleados e hizo una larga lista de cosas hasta que finalmente, unos meses después, pudo abrir su negocio de venta hamburguesas y así renunciar a su antiguo empleo. El negocio floreció rápidamente ya que allí se vendías las mejores hamburguesas con papas fritas de toda la zona. Al principio ...

¡Confesión de un amigo de Livingstone!

Cuando Livingstone fue sepultado en la abadía de Westminster, se apiñaron miles de personas en las calles para prestar un último homenaje al gran misionero en África. En medio de la multitud había un hombre encanecido, vestido modestamente, que lloraba convulsivamente. Alguien le preguntó por qué lloraba cuando todos trataban de honrar al ilustre muerto. "Le diré por qué", respondió el hombre bañado en lágrimas. "David Livingstone y yo, nacimos en el mismo pueblo, crecimos en la misma escuela, fuimos a la misma iglesia, trabajamos juntos en la misma sala, pero David siguió el camino del evangelio y yo lo desprecié. Ahora él es honrado por toda la nación y por los cristianos de todas partes, pero yo soy olvidado, desconocido e ignorado. No tengo nada que esperar del futuro a no ser la sepultura de un alcohólico". De Oliveira, Enoch. ¡Buenos días, Señor!. (México: Asociación Publicadora Interamericana, 2001), pág. 52.

Alejandro Magno y Jesús

Hay un contraste interesante entre la vida de Alejandro Magno y Jesús: Ambos murieron a la edad de 33 años Uno vivió para sí; el otro, para ti y para mí. El griego murió en un trono; el judío sobre una cruz; La vida de uno pareció ser un triunfo; la del otro, una gran derrota. Uno dirigió grandes ejércitos; el otro anduvo solo. Uno derramó la sangre de todo el mundo; el otro dio la suya propio. Uno conquistó el mundo durante toda su vida, pero lo perdió a su muerte; El otro perdió su vida para ganar la fe y confianza de todo el mundo. El griego esclavizó a los hombres; el judío los libertó; Uno fundó su trono sobre la sangre; el otro sobre el amor. Uno tuvo su origen en la tierra; el otro, en el cielo. Uno conquistó toda la tierra, pero perdió la tierra y el cielo; El otro lo entregó todo para poder recibirlo todo. El griego murió para siempre; el judío, vive para siempre. Uno perdió todo lo que conquistó; el otro ganó todo lo que entregó. (Charles Ross Weede) Citado en: Hills, ...