En un avión rumbo a Grecia, un distinguido caballero se acercó a la estrella de televisión Telly Savalas y le pidió un autógrafo, alegando que su hija era una de sus mayores fans. Savalas, molesto por la fama y queriendo volar en paz, ignoró al hombre. El caballero se sentó. Pero una hora más tarde se lo volvió a pedir. Savalas ni siquiera lo miró esta vez. Cuando el avión estaba descendiendo, el hombre le pidió el autógrafo de nuevo, haciendo énfasis que para su hija sería un tesoro. Savala lo ignoró una vez más. Cuando el avión aterrizó, Savalas miró por la ventanilla y vio una alfombra roja, autos de lujo y una multitud agitando banderas. Un hombre subió al avión, se acercó al caballero que había estado pidiendo un autógrafo y le dijo: "Por aquí su majestad". Savalas había estado volando con el rey de Grecia. ¡El rey! pudo haber disfrutado de su compañía, pero se encerró en sí mismo. ¡Que oportunidad desperdiciada!. Melissa y Greg Howell. Fusión. 2016. pág. 244. En
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