https://images.pexels.com/photos/1633578/pexels-photo-1633578.jpeg?cs=srgb&dl=pexels-rajesh-tp-1633578.jpg&fm=jpg Un día, un hombre honrado y trabajador se propuso dejar el empleo que tenía en una fábrica para abrir su propio negocio. Su entusiasmo era tal que no le quedaba tiempo para leer el periódico, ver televisión o reunirse con sus amigos en la cantina para hablar de cómo estaba el mundo. En cuanto salía de la fábrica dedicaba todo su tiempo y todas sus energías al negocio que estaba por abrir. Visitó a proveedores, hizo todo el papeleo legal necesario, alquiló un pequeño local que se encontraba a un lado de una carretera bastante transitada, equipó la cocina, entrevistó a sus futuros empleados e hizo una larga lista de cosas hasta que finalmente, unos meses después, pudo abrir su negocio de venta hamburguesas y así renunciar a su antiguo empleo. El negocio floreció rápidamente ya que allí se vendías las mejores hamburguesas con papas fritas de toda la zona. Al principio ...
Cuando Christopher Wren, el famoso arquitecto británico que diseñó la catedral de San Pablo en Londres, iba caminando un día por el edificio en construcción, les preguntó a varios obreros lo que estaban haciendo. Uno de ellos dijo que estaba poniendo ladrillos, otro dijo que estaba poniendo las ventanas de colores en su lugar, y otro dijo que estaba haciendo trabajos de carpintería. Ninguna de esas respuestas eran las que Christopher quería escuchar. Cuando salía de la construcción, se encontró con un hombre que estaba haciendo mezcla. Entonces le hizo la misma pregunta. Levantando los ojos de su humilde tarea, el obrero respondió con orgullo: “Señor, estoy construyendo una gran catedral”. ¡Qué respuesta! ¡Qué visión! La mayoría de los obreros no veían más allá del trabajo particular que estaban realizando en ese momento, pero he aquí un hombre que, aunque estaba realizando un trabajo humilde, miraba más allá de la mezcla y tenía una visión diferente de lo que estaba haciendo. Citad...