Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Sacrificio

Crisis vs oportunidad

https://images.pexels.com/photos/1633578/pexels-photo-1633578.jpeg?cs=srgb&dl=pexels-rajesh-tp-1633578.jpg&fm=jpg Un día, un hombre honrado y trabajador se propuso dejar el empleo que tenía en una fábrica para abrir su propio negocio. Su entusiasmo era tal que no le quedaba tiempo para leer el periódico, ver televisión o reunirse con sus amigos en la cantina para hablar de cómo estaba el mundo. En cuanto salía de la fábrica dedicaba todo su tiempo y todas sus energías al negocio que estaba por abrir. Visitó a proveedores, hizo todo el papeleo legal necesario, alquiló un pequeño local que se encontraba a un lado de una carretera bastante transitada, equipó la cocina, entrevistó a sus futuros empleados e hizo una larga lista de cosas hasta que finalmente, unos meses después, pudo abrir su negocio de venta hamburguesas y así renunciar a su antiguo empleo. El negocio floreció rápidamente ya que allí se vendías las mejores hamburguesas con papas fritas de toda la zona. Al principio ...

¡La humildad de Booker T. Washington!

Booker T. Washington (1856-1915) nació esclavo en una plantación del estado de Virginia (EE. UU). Sin embargo, llegó a ser una figura de enorme relevancia como educador, autor, filántropo, político, profesor y consejero de la presidencia de su país. Luego de la emancipación de la esclavitud en 1865, el joven se abrió camino trabajando en la industria de la sal y en las minas de carbón para estudiar en la universidad. Llegó a ser un líder de prestigio en la comunidad afroamericana y consiguió grandes logros en materia de igualdad social. Siempre decía que los oprimidos habían de demostrar «diligencia, economía, inteligencia y propiedad». Algunos de sus congéneres lo consideraban demasiado blando por su estilo manso y suave, pero ello le valió para conseguir la simpatía de los afroamericanos y también de muchos blancos acaudalados que financiaron parte de sus cinco mil escuelas para la escolarización de los niños negros del sur, aparte de donaciones a las universidades de Hampton y Tus...

¡Manos que oran, la historia de los hermanos Durero!

Cuenta la historia que la familia Durero, que vivió en el siglo XV cerca de la ciudad de Núremberg (Alemania), tenía dieciocho hijos. El padre era orfebre, lo cual le habría permitido vivir con desahogo si no fuera por su abundante prole. Alberto, uno de sus hijos, había mostrado potencial artístico en sus dibujos infantiles y deseaba ser dibujante, pintor o grabador. De igual manera, uno de sus hermanos también demostró habilidad para ello, expresando la misma intención. Pero ambos muchachos sabían que su padre carecía de medios para enviarlos a academias y universidades a formarse como artistas. Después de numerosas conversaciones, los dos aspirantes a artistas acordaron lo siguiente: lanzarían una moneda para decidir su suerte; el perdedor trabajaría en una mina cercana para costear los estudios de su hermano durante cuatro años. Por su parte, el ganador se comprometía, al final de los cuatro años de formación, a pagar los estudios de su hermano, vendiendo sus obras de arte e incl...

¡Nos dio todo lo que tenía!

Un modesto labrador chino vivía en la cumbre de una colina. Y cierto día advirtió c omo un maremoto hizo retirar de la playa cercana las aguas del mar. Enseguida comprendió que eso provocaría el regreso de olas enormes, las cuales inundarían los valles más bajos. Los habitantes de esos valles estaban ajenos del peligro que corrían. ¿Cómo podría darles el aviso para que escaparan? Por fin el agricultor prendió fuego, resueltamente, al galpón donde guardaba el arroz. Mientras las llamas consumían el granero, el hombre hizo sonar el gong que se utilizaba para los casos de incendio. Cuando los vecinos vieron el humo en lo alto de la colina y escucharon el llamado de auxilio, todos corrieron para prestar ayuda. Y pocos minutos más tarde, desde esa elevada posición, vieron cómo las olas cubrían los campos que acababan de abandonar. Años después, cuando falleció el valiente labrador, los habitantes de la comarca levantaron un monumento en su honor y sobre él escribieron: “Nos dio todo lo...

El costo de nuestra salvación

En el verano de 1937, John Griffith, encargado de un puente elevadizo que cruzaba el río Mississipi, llegó consigo a su hijito de 8 años a su trabajo. Al mediodía, John levantó el puente para dejar pasar a  varios vaporcitos mientras él y su niño almorzaban en la plataforma de observación. A la 1:07 p.m. escuchó el silbido distante de un tren expreso. Enseguida se dirigió al nivel maestro para bajar el puente, y cuando miró alrededor buscando al  niño, lo que vio le heló la sangre en el cuerpo. El muchachito había resbalado y se había caído en el engranaje masivo que operaba el puente. Tenía la piernecita izquierda pillada entre los dientes de los dos engranajes principales. A la velocidad del rayo la mente de John trató de encontrar solución. Solo había dos: Sacrificar a su hijo y salvar la vida de 400 pasajeros o sacrificar la vida de 400 pasajeros y salvar la vida de su hijo. John sabía cuál alternativa tendría que tomar. Enterrando la cara en su brazo izquierdo, mov...